No solo en Chile: la inseguridad hídrica se agudiza en América Latina
México, Uruguay, Panamá y Brasil son algunos de los países latinoamericanos que se han visto más afectados este 2023 por el déficit de precipitaciones. En México anunciaron ya el corte de agua más grande en la historia del Cutzamala.
Hoy la ola de calor en Río de Janeiro volvió a romper el récord de la máxima histórica registrada alcanzando los 58,5 grados Celsius. El 2023 el déficit de precipitaciones en el continente llegó al punto de que casi la totalidad de los países latinoamericanos han tenido que enfrentar problemas de abastecimiento de agua.
En junio de 2023 fue publicado el informe “Panorama de los desastres en América Latina y el Caribe”, que muestra un resumen de los factores ambientales que más han afectado a la región durante los últimos 22 años. La sequía se consolidó como el desastre que ha impactado a más personas, 53 millones aproximadamente, en América Latina y el Caribe.
Respecto a las soluciones para este problema, el reúso de aguas residuales y la desalación de agua de mar aparecen como las medidas más adecuadas para abastecer de agua a personas e industrias. Hoy existen 23 plantas de desalación en operación en Chile, seis en Perú y dos en México. Estas surgen como respuesta para el consumo humano y, en el caso chileno, además para abastecer a una de las mayores industrias del país, la minera.
Sequía y proyectos de desalación y reúso
Hace unas semanas fue aprobado por amplia mayoría el proyecto que faculta al Ministerio de Obras Públicas (MOP) a construir plantas desaladoras, ya sea a través de concesiones o directamente. Desde la Asociación Chilena de Desalación y Reúso, ACADES, su presidente Carlos Foxley, destacó que innovar en soluciones que permitan alcanzar la seguridad hídrica es algo urgente, ya que “estamos varios años atrasados y cuando se trata de agua, no se puede esperar”.
Contrario a lo que se cree, a pesar de haber tenido cifras de lluvias más altas que años anteriores, las regiones de la zona norte y centro norte continúan expuestas al déficit hídrico. La región de Coquimbo, por ejemplo, vive cifras históricas, en donde provincias como la de Limarí ha tenido que cerrar campos por la falta de agua. En el sector de Tambillos, también en Coquimbo, 3.000 familias se están quedando sin agua potable.
“Coquimbo y La Serena están viviendo su propio Día Cero, al igual que Ciudad del Cabo y Montevideo. De proyectarse la situación actual, deberán enfrentar racionamientos como el de Ciudad de México en 4 o 5 años más, siendo imposible con nuestra actual institucionalidad ambiental y sectorial que entre a operar una planta desaladora que pueda abastecer a los habitantes de la región en dicho plazo”, menciona Rafael Palacios, vicepresidente ejecutivo de ACADES.
Situación crítica en toda Latinoamérica
El escenario no es negativo solamente para Chile, países como México, Uruguay, Panamá y Brasil son algunos de los que también viven las consecuencias de la falta de lluvias, donde el concepto de crisis hídrica se volvió parte del vocabulario cotidiano.
El caso más reciente es México, país donde el pasado 10 de noviembre se anunció un mega corte de agua, que afectará a la Ciudad de México y el Estado de México, transformándose en el más grande en la historia del Cutzamala. La decisión fue tomada tras la sequía que viven desde hace varios meses, e incluso, se llegó a la decisión de disminuir en un 25% el abastecimiento hídrico en dicha zona hasta abril de 2024.
En julio de 2023, medios uruguayos anunciaban que solo quedaba agua para 10 días en su capital, Montevideo. El embalse Canelón Grande llegaba al 2% de su capacidad y hacía tres años que las lluvias pisaban mínimamente el sector. En conversación con The New York Times, el ex director nacional de Energía, Ramón Méndez, señaló que “Uruguay fue tomado por sorpresa porque su gente pensó que nunca se quedaría sin agua dulce. Demoramos como país en tener una política nacional de agua, tal vez demasiado tiempo”. El ex Presidente uruguayo, José Mujica, dio sus disculpas al país, mencionando que “tendríamos que haber arrancado antes”.
El río más largo de Latinoamérica tampoco se salva. El Amazonas, que contiene la quinta parte del agua dulce del mundo, sufre las consecuencias de una sequía que avanza con mayor fuerza. A mediados de octubre el río llegó al nivel más bajo que se haya registrado en la historia y las autoridades locales mencionaron que son 62 las ciudades afectadas y 633.000 personas. Desde el Instituto Nacional de Investigaciones Especiales de Brasil, dicen que la peor sequía podría estar por llegar. Esperan que durante las próximas semanas comience la temporada de lluvias, pero en caso de seguir igual que desde el comienzo de la sequía en junio, se espera que por primera vez se viva un período tan extremo de falta de agua.
“La geografía de nuestro país es privilegiada para poder producir agua en forma sostenible mediante la desalación”, menciona Carlos Foxley, presidente de ACADES. “Si tomamos los ejemplos de lo que sucede en Latinoamérica, sería negar una realidad el no comenzar ya a tomar acciones concretas. Aprovechar el agua de mar es una de las pocas soluciones que pueden ayudar a garantizar un futuro donde no falte el recurso más importante para la vida, el agua”, agregó.