Cambio Climático: Expertos advierten empeoramiento del escenario hídrico en la Región de Valparaíso y plantean estrategias en el corto, mediano y largo plazo

La Región de Valparaíso enfrenta un desafío crítico ante el cambio climático, con proyecciones globales que indican un deterioro del régimen hídrico en los próximos años que amenaza su agricultura, industria y calidad de vida. Y es que mientras los modelos climáticos advierten una reducción sostenida en las lluvias, autoridades, académicos y expertos recalcan la necesidad de implementar acciones urgentes de forma coordinada y apuntando a un cambio cultural que permita enfrentar los efectos del cambio climático con visión de futuro.

Para el reconocido académico e investigador de la Universidad de Chile y especialista en bioclimatología, Fernando Santibáñez, el escenario hídrico podría seguir deteriorándose antes de estabilizarse, lo que implicaría una reducción significativa de las precipitaciones en las partes bajas de las cuencas, lo que obliga a abordar la escasez hídrica desde un enfoque integral que combine acciones inmediatas con planificación a mediano y largo plazo, optimizando la utilización de los recursos actuales y, al mismo tiempo, aumentar las inversiones en infraestructura para garantizar la disponibilidad del agua.

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“Los modelos mundiales dicen que podría empeorar un poco el escenario hídrico, o sea, podría el régimen de lluvias seguir estrechándose un poco más aún y se estabilizaría en unos 50, 60 años más”, señaló Santibáñez.

En ese sentido, el académico recalcó que “son múltiples focos que se necesitan para enfrentar un fenómeno tan global como es el cambio climático. Tenemos que hacer la conjunción, por un lado, de la mejor gestión del agua a nivel de los predios, y por otra parte, la inversión extrapredial, inversión pública que nos permita hacer una mejor gestión a nivel del territorio, lo cual necesita inversión, necesita proyectos de mejora de infraestructura. En el corto plazo lo que podemos hacer es capacitar a los agricultores y darles el apoyo económico que se requiere para la tecnificación del regadío. Sin duda que ese es el paso más inmediato. En el mediano plazo, mejorar los sistemas de distribución de agua, tanto en revestimiento de canales como en la distribución misma, o sea, la telemática que se puede usar, la automatización, de modo que no haya fugas que estén más allá de la regulación legal de agua. Eso contribuiría a asegurar los derechos de agua que el agricultor tiene. Y en el largo plazo, obras mayores de embalses, ya sean pequeños, medianos o grandes, pero necesitamos acumular aquellas aguas que hoy día no estamos pudiendo acumular y que pueden ayudar fuertemente en la solución del problema”.

Similar postura manifestó la gestora del Programa Territorial Integrado (PTI) Gestión Hídrica Petorca, Carolina Leiva, quien sostuvo que “de acuerdo a lo que hemos visto, pensar que la condición que tuvimos este último año en cuanto a las lluvias se va a mantener, es un error. Si bien las precipitaciones caídas en invierno fueron más favorables que en años anteriores, las proyecciones indican que vamos a continuar teniendo bajos niveles de lluvias, con un escenario hídrico bastante complejo para la producción agrícola. Debemos saber adaptarnos y avanzar en un modelo económico basado en la sustentabilidad”.

Acciones coordinadas frente a la escasez hídrica

Consultado sobre el escenario hídrico en la zona, el Seremi de Agricultura, Sergio Salvador, subrayó que “el consumo humano del agua es nuestra prioridad, eso tiene que quedar establecido. Pero deben conversar también todo el resto de las necesidades, es decir, la producción agropecuaria, la agroindustria, los diferentes tipos de producción, las necesidades también rurales de las APR, se deben incorporar en una sola mirada. Deben conversar las iniciativas privadas con las públicas, deben estar incorporados todos los actores y, por supuesto, también articular con el mundo académico”.

“Sin duda que hay un ordenamiento nacional también para el territorio.  Esto tiene que ver con algunas de las provincias que están más críticas, como en el caso de Petorca, Los Andes, San Felipe, pero hay una mirada también para proteger la agricultura familiar campesina principalmente, así como apoyar a la agroindustria a través de la incorporación de la producción sustentable por su importante aporte a la economía y el desarrollo regional”, dijo la autoridad.

Desde el Programa Transforma Fruticultura Sustentable (Perfruts), su gerente Marcela Carrillo indicó que “existe un compromiso en materia hídrica por parte de los sectores público y privado, lo que nos ha permitido coordinar acciones para cerrar las brechas que se han detectado; sin embargo, aún queda mucho por hacer. Lo primero es seguir fortaleciendo el capital humano, dar a las personas las herramientas para hacer frente a este nuevo escenario; avanzar en inversiones; incorporar tecnología; fortalecer la gestión hídrica y la gobernanza; y promover los manejos agronómicos sustentables, entre otros”.

“Tenemos que comprender que el cambio climático en Chile tiene efectos diferentes a los de otros países. En Chile significa un aumento de las temperaturas y una disminución en las precipitaciones, lo que no es igual para el resto de Sudamérica. Debemos establecer que la sustentabilidad ya no es una opción, es  un imperativo si queremos garantizar la preservación del recurso hídrico y la seguridad alimentaria del país”, agregó Carrillo.

Por su parte, el director regional de CORFO Valparaíso, Etienne Choupay, afirmó que para hacer frente al desafío de la escasez hídrica, es necesario “tener una cultura en torno a la gestión de los recursos hídricos para tener una región mucho más eficiente en el uso del agua y en cómo podemos contribuir a mitigar los efectos del cambio climático. Es muy importante que apoyemos a las empresas del sector agroalimentario a incorporar el desarrollo tecnológico y la transformación digital, pero sobre todo valorar la importancia del recurso hídrico en todas las actividades productivas. Para ese fin, desde CORFO hemos impulsado una serie de programas destinados a abordar el problema del agua y transitar en los próximos años hacia un uso más eficiente y responsable del recurso”.